En la madrugada del domingo la capital batió un récord al marcar una mínima de 21,7 grados, la más alta desde que se tienen registros. La noche fue tórrida en toda la provincia
Estas tierras, con una fama de frías ganada a pulso durante décadas, a
veces dan sorpresas como la de la pasada madrugada. En la noche del
sábado al domingo, Burgos capital batió el récord de la mínima más alta
de la serie histórica de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) que
arranca en 1943.
El termómetro no bajó de los 21,7 grados, un valor que no se alcanzó
hasta las 7,50, pero es que durante toda la madrugada los datos fueron
totalmente extraordinarios para lo que suele ser habitual en Burgos. A
la 1 de la madrugada, en el aeropuerto de Villafría se alcanzaban los
28,6 grados centígrados después de que las temperaturas repuntaran
incluso frente a las dos horas anteriores. Entre las 2 y las 5 la
temperatura se mantuvo entre los 26 y los 27 grados. Ysolo a partir de
las 6 ‘refrescó’ ligeramente al caer al entorno de los 23. Los
meteorólogos discuten con frecuencia si el concepto «noche tropical»
debe aplicarse a aquellas que no bajan de los 22 o de los 20 grados,
pero la de este fin de semana lo ha sido para muchos burgaleses.
La anterior mínima más alta data de septiembre de 1958, cuando una
noche no bajó de los 21,2 grados. Y las dos noches más cálidas en lo que
llevamos del verano habían sido las del 27 de junio y el 26 de julio,
cuando los termómetros se mantuvieron en el límite de los 17 grados. De
hecho, valores con los de esta vez no se registraban desde muchos atrás.
Para encontrar una madrugada por encima de los 20 hay que remontarse
hasta el caluroso agosto de 2003, que todavía ostenta el récord de las
máximas con 38,8ºC, y más atrás aún hasta 1987.
En la provincia
Todos estos valores están referidos a la capital y tomados en el
observatorio de Villafría, pero la provincia no se quedó atrás en esta
madrugada tan excepcional. En Miranda de Ebro, por ejemplo, no bajaron
de los 24,4 grados. En Palacios de la Sierra, una zona habitualmente
mucho más fresca y a más de 1.000 metros de altitud, registraron una
mínima de 18,5 cuando estaba empezando a amanecer. Aranda de Duero se
quedó en 19,2. Y Belorado en los 19,9. Y Briviesca en 20,6... Solo
Medina de Pomar, entre las estaciones oficiales de medición de la AEMET,
tuvo algo más de respiro con 16,1 grados en los primeros momentos del
alba.
Quizás pasen varios años hasta que volvamos a ver los termómetros
nocturnos a estos sorprendentes niveles, porque para la madrugada de hoy
ya se esperaba un descenso de las mínimas de entre 1 y 4 grados en el
conjunto de la provincia burgalesa.
Consulta de datos de la estación meteorológica automática de Palacios de la Sierra